Los cinco mejores discos del Krautrock (por Pablo Montero)

No, no, no es el Pablo Montero cantante y actor mejicano (aunque, ahora que lo pienso, hubiera resultado bastante bizarro y friqui que mi tocayo actor escribiese este artículo...) Soy yo, Mr.Crow. He escrito un artículo sobre mis "mejores cinco discos de la música Krautrock". Ventajas de ser el editor del blog, que puedo autopublicarme las cosas, así, por la cara. No, es broma.

El "Krautrock", también conocido como Kosmische Musik, o más popularmente en España, música cósmica, fue una pujante escuela de músicos principalmente alemanes, que desarrolló su actividad sobre todo en la primera mitad de los años setenta, y algo más allá. No deja de ser un subgénero del mastodóntico género del
Rock Progresivo, verdadero cajón de sastre en el que se guardaban, por aquellos años, músicas y músicos más o menos inclasificables, de los cuales, los artistas pertenecientes a la música cósmica emergieron con un estilo y reconocimiento propios.
Músicos que partían de estilos como el avant-garde, el jazz, el rock psicodélico y el minimalismo, para crear un mundo vanguardista ayudados por la electrónica y en ocasiones, por el jovial abuso de psicotrópicos. Denostado al principio, el Krautrock se ha convertido, con el paso del tiempo, en un subgénero de culto, que engloba compositores y músicos realmente importantes e influyentes. Sin ánimo de crear un ranking, vamos a repasar sus cinco mejores álbumes, en mi opinión.

Empecemos.






El señor Schulze es sin duda, la figura más representativa del Krautrock, su gurú más eminente. Miembro de Tangerine Dream durante 1.970, (se dedicó a armar escándalo con su batería en el álbum "Electronic Meditation"), posteriormente fundó una banda de culto, también orientada a la música cósmica, llamada Ash Ra Temple, mientras comenzaba paralelamente una carrera en solitario que le ha llevado al estrellato, al menos en los círculos de que hablamos. Maestro de la secuenciación - cuando todavía no existía el "midi", y las secuencias o "loops" se registraban a base de impulsos de determinada tensión eléctrica para cada nota musical, algo complejísimo de programar), durante décadas ha fascinado con sus largas, hipnóticas, brillantes composiciones. Moondawn es un disco que refleja perfectamente su concepción musical. Originalmente compuesto por dos temas de más de veinte minutos cada uno - a los que se agregó un "suplemento" de otros tantos minutos -, constituye todo un ejemplo de la música cósmica, en concreto, dentro de la llamada "escuela berlinesa" algo así como "la creme de la creme" del Krautrock. Imprescindible.


Track List:

1.- Floating
3.- Floating Sequence





En cuanto a este grupo alemán podemos aplicar la siguiente regla de tres: Kraftwerk es a la música electrónica lo que The Beatles fueron al rock; es una ecuación falsa, ya que no hay incógnita que despejar: Kraftwerk es el grupo de música electrónica más importante e influyente de la historia, a pesar de que algunos de sus discos fueran mediocres (Eh, no todo lo que hicieron los Beatles era genial). Más orientados, está claro, hacia la electrónica pura, se les suele incluir dentro del Krautrock, aunque sus discos más cósmicos son los dos primeros, Kraftwerk I y II, que me parecen insoportables. No es el caso de Radio-Aktivität, un disco fascinante, un ejercicio de tecnología, gélida estética e impactante atmósfera. Inmersos en un mundo de radioactividad, ondas, antenas, electricidad y átomos, los alemanes firman un álbum totalmente legendario, que contiene temas más accesibles (como Radio-Aktivität o Radio Sterne) y otros más experimentales (Die Stimme Der Energie, o Nachrichten) que más de treinta y cinco años después no suenan tan atrevidos, pero hay que situarse en la época y además, qué demonios, son Kraftwerk...

Track List:

3.- Radioland
4.- Ätherwellen
5.- Sendepause
6.- Nachrichten
7.- Die Stimme Der Energie
8.- Antenne
9.- Radio Sterne
10.- Uran
11.- Transistor
12.- Ohm Sweet Ohm





Tampoco puede entenderse el Krautrock sin la figura de Edgar Froese, fundador y miembro de Tangerine Dream. Edgar Froese dedicó su primera etapa musical al rock puro. Su grupo de aquella época, The Ones, publicó un sencillo y poco más.... Inicialmente dedicado a la escultura, Froese conoció en España a Salvador Dalí, quien le convenció para que se dejara de rock clásico y experimentara con la música, cosa nada sorprendente, viniendo del pintor. De vuelta, funda Tangerine Dream en Berlín, aunque ha desarrollado una notable carrera en solitario, compaginando sus trabajos con los de la banda. He escogido Epsilon in Malaysian Pale por ser un disco esencialmente hermoso: su estética musical es de una gran belleza, las melodías son etéreas, los arreglos magníficos, y todo este cóctel viene servido con el típico e inconfundible estilo del compositor: ambientes evanescentes y secuencias repetitivas. Tiene también algunos toques sinfónicos - me estoy refiriendo a este término en su sentido más clásico - realmente notables. Como todo disco de la escuela berlinesa que se precie, está dividido en dos cortes extensos... ideal para disfrutar.


Track List:

2.- Maroubra Bay





España tuvo una forma muy particular de entender el rock progresivo (dentro de poco dedicaremos un artículo al rock progresivo español, que es muy interesante). A decir verdad, poco hubo de este estilo en nuestro país, al menos a mediados de los setenta, pero destacaron algunas joyas como Quasar 2C361. Si el Krautrock es esencialmente alemán, puede decirse que este disco pertenece a este sub-género, ya que muestra una influencia muy clara de la escuela berlinesa. Neuronium, trío formado en aquella época por Michel Huygen, belga afincado en España, Carlos Guirao y Albert Giménez, fueron los pioneros de la música cósmica en España lo que, en cierto modo, fue toda una osadía. Fundado en 1.976, su producción es bastante prolífica, y llegaron a colaborar con gente como Vangelis. Lo normal, vaya.
Quasar 2C361 es sin duda un gran disco, repleto de sonidos analógicos, extrañas ondas de audio que obedecen a ese ambiente cósmico que se despliega a lo largo de todo el disco, especialmente en el primer corte que da título al disco. La guitarra y la flauta aportan ese toque berlinés, y las secuencias a lo Schulze - sin duda quien más influyó a Neuronium - salpican el disco. No obstante, el grupo mantiene en todo momento su propio espíritu, su propio estilo que lo distingue de los alemanes. Un estilo que aporta una bella atmósfera meditativa, profunda y cautivadora. Si te gusta el Krautrock, debes tener este disco.

Track List:

2.- Catalepsia
3.- El Valle de Rimac
4.- Turo Park





Es lógico que aparezca un disco de Tangerine Dream en este artículo. Omnipresentes en el universo del rock cósmico, y con todo merecimiento. Pero no he elegido su disco Rubicon, usualmente destacado por la crítica como su mejor trabajo, ya que me aburre mucho. Stratosfear es bastante mejor: contiene todos los ingredientes que han puesto a Tangerine Dream en el lugar que ocupa en la historia del rock. El grupo se formó en 1.967. Su miembro fundador, Edgar Froese, venía de la experimentación más pura - cintas magnetofónicas y bucles sonoros producidos por instrumentos que el mismo construía - fue la columna vertebral del grupo, acompañado por Cristopher Franke y Peter Baumann, como formación más estable. La experimentación fue poco a poco dando paso a formas de expresarse más accesibles, más melódicas, hasta llegar a Stratosfear. El propio Froese recuerda que la producción del disco fue un suplicio repleto de averías y contratiempos, pero fue un gran éxito que posicionó a la banda a la cabeza de esta corriente. La gira del álbum incorporaba tecnología láser, totalmente innovadora en aquellos tiempos, lo que contribuyó a su fama... El secreto de Stratosfear es realmente el talento de sus componentes. Una sabia combinación de secuencias, vaporosos teclados, guitarras y flautas y una mayor consistencia en las bases rítmicas, todo ello mezclado de una manera muy atractiva e inteligente que alterna pasajes llenos de ritmo con otros más... estratosféricos. Un gran disco, de un gran grupo.

Track List:

2.- The Big Sleep in Search of Hades
3.- 3am at the Border of the Marsh from Okefenokee
4.- Invisible Limits





Comentarios

  1. Desde luego, cómo se nota quién es el que manda...

    Fantástico artículo, Mr. Crow!!!! Desde luego, sí que se puede decir que tiene plenamente tu esencia; yo nunca haría un artículo sobre música cósmica simplemente por cuestión de gustos personales, pero no deja de ser interesantísimo todo cuanto nos cuentas. De hecho no conozco más que a Kraftwerk -y realmente poco, como para decir que no sé nada de ellos-, a Neuronium -que tampoco es una cosa de tirar cohetes lo que sé-, y a Tangerine Dream, pero porque quizá son bastante conocidos. En resumen, en este campo soy una inculta redomada, de modo que me ha encantado el artículo, siempre se aprenden cosas nuevas cada semana que pasa.

    Habré de hacer un esfuerzo por buscar alguno de ellos, más que nada por ir escuchando música nueva (me llama la atención especialmente Edgar Froese, ¿quizá por lo que opinas de su trabajo?).

    Un fuerte abrazo a todos, y de nuevo, genial ese artículo!

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  2. Pablo me has ilustrado acerca del genero, muchos de mis delirios sonoros cosmicos de mi primera juventud...Arriba los Tangerine Dreams y su discco Le Parcs....JuanCarlos

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  3. Geniales trabajos, exquisito artículo. Sobran las palabras... Gran aporte Pablo!!!

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  4. iNere, Juan Carlos, Victor...

    como siempre, os agradezco los comentarios. Personalmente, el Krautrock siempre me ha gustado, y aunque es un género en el que hay que "escarbar" para distinguir lo que merece la pena, me parece un estilo fascinante, muy imaginativo, con grandes músicos e ideas... no es que sea muy conocido, pero si tiene una buena legión de seguidores más o menos incondicionales. No pretendía hacer un "ranking" - hubiera colocado los discos indistintamente - pero si tuviera que colocarlos por el orden de los que más veces he escuchado, sin duda el nº uno es el de Kraftwerk... y la primera cara del disco de Froese es imprescindible, yo creo.
    Un abrazo a todos!!

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  5. Yo la música electrónica, como que no la termino de paladear. Mis gustos van más acordes a la ecuación guitarra=memola, pero hay que reconocer que hay cosas muy interesantes en el género. Recuerdo alguna cosilla de Kraftwerk que estaba más que bien. Un artículo genial también para nosotros, ignorantes profanos, que hemos podido disfrutar del menú degustación que nos ha preparado nuestro chef favorito (chef, o "cheriff", que pa'eso es el que manda jajaja).

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  6. Excelente artículo. Descato Tangeríne Dream, reciclados y reconvertidos aún y con Froese a la cabeza de una prolífica historia repleta de más de 150 discos, la mitad de ellos imprescindibles. Ningún otro ha llegado tan lejos.

    Saludos

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  7. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  8. Mr. Crow, me ha gustado mucho su forma de escribir. Se nota a leguas que disfruta la musica y lo sabe plasmar en "papel". La colección de Tangerine Dream lo compararia con un concurso de Miss Universo. Todas son bellas! Ya es cuestión de gustos. Me gustan mucho "Cyclone","Force Majeure", "Logos" "Tangram" y "Ricochet". Otro de mis discos favoritos es "Melrose". Buenisimos! Saludos desde Guadalajara, Mexico.

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  9. Mr. Crow, me ha gustado mucho su forma de escribir. Se nota a leguas que disfruta la musica y lo sabe plasmar en "papel". La colección de Tangerine Dream lo compararia con un concurso de Miss Universo. Todas son bellas! Ya es cuestión de gustos. Me gustan mucho "Cyclone","Force Majeure", "Logos" "Tangram" y "Ricochet". Otro de mis discos favoritos es "Melrose". Buenisimos! Saludos desde Guadalajara, Mexico.

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    Respuestas
    1. Muchas gracias por tu comentario... la música la disfruto, seguro, que plasme en papel lo que quiero decir es otra historia. Has citado grandes trabajos de TD, y tienes razón, parece un concursi de belleza. Un abrazo desde España, Alex!

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  10. Yo incluiría “Encore”,imprescindible para aquellos que aman a Tangerine Dream.Y “Spiral” de Vangelis,otro clásico.

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  11. Gracias. personalmente me quedo con Klaud Schulze. Especialmente sus primeros diéz o doce discos. Son un auténtico vuelo por las profundidades del cosmos. Música que suena a constelaciones lejanas y polvo de estrellas.

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