Presentación de la novela El Manuscrito de Savelli, de Irene Sanz Montero

El pasado 21 de septiembre, a las 18:00 horas, la segunda novela publicada por la joven escritora Irene Sanz Montero fue presentada con una gran afluencia de asistentes.
La presentación se llevó a cabo en el Salón de Plenos del ayuntamiento de El Casar, Guadalajara. El pistoletazo de salida lo dio Lourdes Tamayo, actual teniente de alcalde de la localidad, que comenzó agradeciendo a todo el público su asistencia y dio algunas pinceladas acerca de la vida y la singladura del presentador del evento, Pablo Montero. Lourdes, asimismo, hizo un cariñoso llamamiento a la juventud e hizo un especial hincapié en la ardua labor de investigación de Irene Sanz durante el proceso de creación de esta novela.

Más tarde, la teniente de alcalde le cedió la palabra a Pablo Montero, presentador oficial del evento. Pablo, galardonado con el tercer premio del IV Premio Internacional de Ediciones Electrónicas por su relato de ciencia ficción “La cajita de música radiactiva”, abierto fanático de la música en todas sus formas y creador de este mismo blog, centró su discurso en una descripción general, aunque detallada, del carácter entretenido de la novela “El manuscrito de Savelli”, así como de su laborioso entramado. Le siguió una nueva explicación acerca de la cuidada ambientación de la historia que aparece en la novela.

Tras su intervención habló la propia autora del libro, Irene Sanz Montero. Esta escritora comenzó transmitiendo su inmensa gratitud a cuantos habían asistido aquella tarde al evento, tras lo que continuó explicando cómo había surgido el proyecto de escribir “El Manuscrito de Savelli”. Se trata de una novela sencilla y fácil de leer, ambientada en la actual villa de Pastrana pero con saltos efectistas hacia el pasado, exactamente, hacia el tumultuoso y fascinante siglo XVI.

Literalmente, aseguró:

“Hace un par de años, indagando casualmente en el maremagno de libros que suele ser mi habitación, encontré por casualidad un pequeño fragmento de la vida de Ana de Mendoza, la tan conocida Princesa de Éboli. “Un personaje interesante”, me dije. Al poco tiempo, en cuestión de horas, encontré, también por casualidad, la historia y el contenido de un famoso libro de magia oscura conocido como el Grimorio del Papa Honorio. Creció mi interés tanto hacia la Princesa como hacia el autor del Grimorio, de nombre real Ciencio Savelli, el Papa Honorio III, quien ocupó el trono de Roma allá por el siglo XIII. Pensé en un nexo entre ambos. ¿Cómo hacerlo, si cada uno había vivido en un siglo diferente? Fue entonces cuando imaginé que, tal vez, unos pocos capítulos del libro de magia se perdieran y se olvidaran. ¿Y qué más? Volví sobre mis pasos y me fui, en espíritu, a Roma. Indagando un poco más y buceando en la soporífera estela familiar de Ana de Mendoza, supe que Diego Hurtado de Mendoza, humanista, escritor y, lo más importante, abuelo de la Princesa, había llegado a ser embajador de Roma allá por 1547, lugar donde, trescientos años antes, el Papa había celebrado el concilio de magos de cuyas actas, después, saldría el Grimorio. Ya me acercaba un poco más a lo que quería lograr. Y volví sobre mis pasos de nuevo, llegando a Felipe II. Recordé la pasión del monarca hacia las ciencias ocultas y su marcado interés por recopilar objetos mágicos, reliquias de santos y libros dedicados al esoterismo, en especial a la astrología. Su esposa, la reina Isabel, forjó una suerte de amistad con Ana de Mendoza durante su estancia en el Alcázar de Madrid. Más cerca todavía. Y de repente, el nexo apareció. Sin más. Diego Hurtado de Mendoza fue desterrado a Granada por el propio Felipe II. ¿No podía ser que Diego robara en Roma los capítulos perdidos del Grimorio, y el monarca, a su vez, se los robase a él? De esa forma, Diego le dejaría en herencia a su nieta tales capítulos. Me fascinó la idea y lo escribí en forma de relato, un relato no muy extenso pero con una documentación aceptable”.

Más adelante, Irene Sanz tuvo a bien explicar a los curiosos asistentes el modo por el cual había nacido la idea de ambientar la historia en Pastrana, pueblo alcarreño donde la Princesa de Éboli había pasado una buena parte de su vida. Tal idea surgió inmediatamente después de hallar el contenido histórico deseado.

“Un día de noviembre fuimos a Pastrana, y allí tomé mil notas, me empapé del carácter del pueblo, paseé hasta que me dolieron los pies y, para rematar, nos tomamos una caña con un pincho moruno en un bar antes de volver a casa. 

Tenía lo que necesitaba. Notas embarulladas, un montón de ellas sin orden ni concierto, pero todas con algo en común: la preciosa villa de Pastrana, sus rincones castizos, su aroma impregnado en cada palabra, la historia de cada edificio”.


La intervención de la autora finalizó haciendo un balance ágil sobre las pericias de llevar a cabo la publicación de la novela. Tras varios meses de trabajo, dedicación, esfuerzo y toneladas de ilusión, la novela “El manuscrito de Savelli” vio la luz este mismo mes y con un resultado inmejorable. El aire de la sala se llenó de aplausos.

Seguidamente se dio paso a la venta y la firma de ejemplares. Como se puede observar en las fotos, los asistentes al humilde pero bonito evento se agolparon en torno a la autora y a su presentador para poder adquirir el libro firmado y dedicado. Una hora después se cerraba el acto con un magnífico sabor de boca.

Aquí terminamos adjuntándoos un video de la presentación que, de seguro, os encantará.



Comentarios

  1. ¡Genial! Da mucha alegría ver algo así. A ver si seguimos apostando por los nuevos talentos en nuestro queridísimo país, es algo totalmente necesario en estos tiempos tan oscuros. Me ha encantado, te mereces todo éxito del mundo Irenilla. ¡Aquí sí hay talento! El tiempo te va a llevar muy alto (y tu gran trabajo)

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